5 Razones para elegir la cubierta vegetal en el olivar

5 Razones para elegir la cubierta vegetal en el olivar 

 

En los últimos 50 años, las prácticas de cultivo realizadas han dado como resultado suelos muy degradados, que son debidos en mayor medida al uso de herbicidas.

  1. Al utilizarlos, se consigue un suelo desnudo, sin hierbas, lo que facilita el manejo para el agricultor. Sin embargo, aumenta la erosión por arrastre de parte del suelo con el agua de lluvia. Al mantener la cubierta vegetal se consigue proteger el suelo, ya que éste queda “agarrado” por las raíces de las hierbas.
  2. Se compacta el suelo ya que no existen raíces que lo aireen ni fauna que vivan en él. Sin embargo las propias raíces de las pequeñas plantas que forman la cubierta vegetal mantienen aireado el suelo.
  3. Disminuyen los nutrientes en el suelo (tanto plantas como animales interactúan en un ciclo de recuperación de nutrientes que acaba siendo comida para el olivo). La cubierta vegetal supone un aporte de nutrientes de capas profundas para hacerlos disponibles en superficie, lo que favorece los ciclos de nutrientes y por tanto a la nutrición de nuestro olivo.
  4. Al no existir  vida a parte del olivo, disminuye la biodiversidad. Sin embargo, con el mantenimiento de la cubierta, las hierbas atraen fauna auxiliar que permite el control natural de plagas. Además existen hongos y bacterias que favorecen los ciclos (degradación de materia orgánica, biodisponibilidad de nitrógeno, etc.).
  5. Con el uso de químicos se contaminan las aguas subterráneas. Evitando su uso se asegura la calidad de nuestros suelos y acuíferos.

Te dejamos dos ejemplos para que juzgues tú mismo:

Suelo desnudo y compacto por el uso de herbicidas

Biodiversidad en olivar sin uso de herbicidas

Como conclusión: Las cubiertas vegetales estacionales (aquéllas que cubren el suelo del olivar durante parte del año) son claves para mantener la capacidad productiva de los suelos a largo plazo, debido no solo a la conservación del propio suelo, sino también en su capacidad para almacenar agua, clave en los agroecosistemas mediterráneos.

Con todo esto conseguimos la calidad del entorno, del medio ambiente, a través de un ecosistema equilibrado dirigido a la producción de aceite.

 

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