Nuestros Cultivos
Sembramos con Alma, Cosechamos con Sentido
En PLA creemos en la tierra como origen y futuro. Nuestra filosofía se basa en la agricultura regenerativa, una forma de cultivar que no solo respeta el entorno, sino que lo mejora. Trabajamos para devolverle la vida a suelos deteriorados, fomentando la biodiversidad, capturando carbono y asegurando una fertilidad duradera. Apostamos por procesos naturales y tecnologías adecuadas que imitan los ciclos del ecosistema, donde cada intervención está pensada para regenerar y nutrir, no solo para producir.
De esta visión nacen nuestros productos ecológicos: el Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE), nuestras almendras y los pistachos. Cada uno cuenta su propia historia, arraigada en tierras familiares, cultivadas con respeto y dedicación. Desde olivos centenarios hasta nuevas plantaciones de frutos secos, todo lo que ofrecemos refleja un compromiso profundo con la calidad, la sostenibilidad y el sabor. Cosechamos en el momento justo, elaboramos en frío y envasamos con mimo para conservar lo mejor de cada producto.
Más allá de ser alimentos, nuestros productos son parte de un proyecto de vida. Queremos que cuando los pruebes, no solo disfrutes de su sabor auténtico, sino que también sientas que formas parte de un modelo agrícola que cuida la tierra y mira al futuro. PLA no es solo una marca: es una forma de volver a conectar con lo esencial.
Agricultura Regenerativa
Volver a la tierra para avanzar con ella
«Revolucionamos el suelo”
La palabra «regenerativa» proviene del latín regenerare, que significa devolverle la vida a algo que se ha deteriorado. En PLA, esta idea es el corazón de todo lo que hacemos. Creemos profundamente que el suelo dañado no solo puede recuperarse, sino que tiene el potencial de transformarse en un sistema vivo, resiliente y altamente productivo. Lejos de ver el deterioro como un punto final, lo entendemos como una oportunidad para iniciar un proceso de restauración, basado en el conocimiento, la tecnología y la observación de la naturaleza.
Nuestro enfoque de agricultura regenerativa busca activar los procesos biológicos del suelo, devolviéndole su capacidad natural para nutrir cultivos, almacenar agua y capturar carbono atmosférico. Aumentando la materia orgánica en el suelo, no solo mejoramos la fertilidad, sino que contribuimos a mitigar el cambio climático. Un suelo saludable es un sumidero de carbono, un reservorio de biodiversidad y una fuente de vida para los ecosistemas agrícolas.
La clave de este proceso está en tener un suelo vivo. Para lograrlo, diseñamos intervenciones específicas según cada contexto productivo. Utilizamos maquinaria de bajo impacto que respeta la estructura del suelo, técnicas de manejo que favorecen la cobertura vegetal permanente, y trabajamos en armonía con los animales, quienes con su actividad ayudan a mejorar la biología del terreno. Todo esto lo hacemos imitando los procesos naturales, como lo haría un ecosistema sano.
A través de prácticas como la rotación de cultivos, la integración de pastoreo planificado, la siembra directa y el uso de compost y bioinsumos, fomentamos un círculo virtuoso: más vida en el suelo, mejores cosechas, mayor resiliencia frente a sequías y lluvias extremas, y una producción verdaderamente sostenible.
En PLA, no solo cultivamos alimentos: cultivamos vida, salud y futuro.
AOVE Eco
Cosecha Temprana, 100% Cornicabra
Nuestro Aceite de Oliva Virgen Extra proviene de cultivo ecológico y es de cosecha temprana, lo que garantiza una calidad excepcional tanto en sabor como en propiedades saludables. Este aceite es mucho más que un simple ingrediente: es el resultado de generaciones dedicadas al cuidado de la tierra y del olivo.
La recolección se realiza a finales de octubre, justo en el momento en que la aceituna cornicabra —la única variedad que utilizamos— alcanza su punto óptimo de maduración. Este instante es clave, ya que permite conservar todos los aromas frescos, el sabor intenso y el perfil nutricional de la fruta. La variedad cornicabra, originaria de España, es conocida por su alto contenido en antioxidantes naturales y grasas saludables, lo que la convierte en una de las más beneficiosas para la salud cardiovascular.
Nuestros olivos tienen historia. Algunos superan los 300 años y fueron cuidados por nuestro bisabuelo. Otros, de unos 80 años, los plantaron nuestros abuelos. Y más recientemente, hemos sumado nuevas plantaciones que nosotros mismos cultivamos, asegurando así la continuidad de una tradición familiar que respetamos profundamente.
El proceso de elaboración es en frío, lo que significa que la extracción del aceite se hace a bajas temperaturas para preservar al máximo sus propiedades organolépticas. Embotellamos en vidrio oscuro y lata para evitar la oxidación y que el aceite se conserve como el primer día.
Si nunca has probado un aceite de cosecha temprana, te sorprenderá desde el primer momento: al abrir la botella, los aromas a hierba recién cortada, tomate verde y almendra se hacen presentes. En boca, tiene carácter, pero también un equilibrio perfecto que realza cualquier plato.
Ideal para aliñar ensaladas, tostas, verduras cocinadas o incluso como toque final en una crema o sopa. Un aceite pensado para quienes aprecian los sabores auténticos, saludables y con historia.
Almendras Eco
Naturales, Dulces y con Historia
Las almendras de PLA son mucho más que un fruto seco: son el resultado de un proyecto que nace del deseo de regenerar tierras de cereal y devolverles la vida. En el invierno de 2018/2019 iniciamos esta aventura plantando almendros como parte de nuestra transición hacia una agricultura más diversa, sostenible y respetuosa con el entorno. Hoy, con las primeras cosechas ya en nuestras manos, celebramos cada fruto como un símbolo de esfuerzo, constancia y conexión con la tierra.
Cultivamos la variedad PENTA, una almendra pequeña pero intensa, muy dulce y con una textura que la hace ideal para comer al natural, como si fueran pipas. Su sabor es tan delicioso que cuesta parar una vez que se empieza. Además, esta variedad tiene una ventaja clave: su floración tardía, a mediados de marzo. Esto reduce de forma natural el riesgo de heladas, permitiéndonos obtener una cosecha más estable y saludable sin necesidad de intervenciones artificiales.
Nuestra forma de procesarlas es tan sencilla como transparente: las recogemos directamente del árbol, rompemos la cáscara y las envasamos tal cual, sin aditivos ni tratamientos. Las entregamos en bolsas de algodón reutilizables, pensadas para seguir usándose una vez consumidas las almendras, por ejemplo para compras a granel. Así, no solo cuidamos lo que comemos, sino también cómo lo consumimos.
Estas almendras son naturales y versátiles: perfectas para comer crudas entre horas, añadir a ensaladas, acompañar platos de carne o dar un toque crujiente a pastas y arroces. Si te animas, puedes tostarlas tú mismo en una sartén o al horno, y darles un toque especial con un chorrito de nuestro Aceite de Oliva Virgen Extra ecológico.
Un producto sencillo, honesto y con alma. Así son nuestras almendras PLA.
Pistachos Eco
Cultivando futuro desde la raíz
Los pistachos forman parte de nuestro sueño de dar nueva vida a las tierras cerealistas, una apuesta firme por la diversificación agrícola y la regeneración del suelo. En el invierno de 2018/2019 comenzamos esta aventura con ilusión y mucho respeto por el entorno. Sabíamos que el camino sería largo, pero también que merecería la pena. Porque, en PLA, creemos en los cultivos que se piensan a largo plazo, en los que se cuidan desde la raíz y crecen con el tiempo y la paciencia como aliadas.
Nuestro proyecto de pistachos nace sobre la base de plantas de monte autóctono, perfectamente adaptadas al clima y las condiciones del terreno. Nosotros mismos nos encargamos de realizar los injertos, seleccionando cuidadosamente dos variedades reconocidas por su calidad y complementariedad: Kerman (femenina, productiva y de fruto grande) y Peter (masculina, esencial para la polinización). Este trabajo artesanal, hecho con nuestras propias manos, es parte del alma del proyecto.
A diferencia de otros cultivos, los pistachos requieren tiempo. Mucho tiempo. Desde que se injerta un árbol hasta que comienza a producir en condiciones óptimas pueden pasar entre 6 y 8 años. Por eso, aunque los árboles ya están en marcha, aún no tenemos producción suficiente para comercializar. Pero lo que sí tenemos es entusiasmo, compromiso y una enorme ilusión por el día en que podamos compartir con vosotros los primeros frutos.
Estamos cuidando cada árbol como si fuera único, dándole lo que necesita en cada etapa para que, cuando llegue el momento, sus pistachos no solo tengan un sabor excepcional, sino también una historia que contar.
Muy pronto, esperamos poder enviártelos a casa. Hasta entonces, seguiremos trabajando la tierra con paciencia, dedicación y mucho cariño. Porque los grandes frutos siempre se hacen esperar.